Los últimos dos años han sido un desafío para todos irremediablemente. No importa si crees en el aprendizaje del alma, si crees en el destino y en que todo está determinado de ante mano, o si simplemente no te interesa el sentido de tu existencia. Lo mismo da si vivís al norte del planeta, que si vivís al sur, al este o al oeste. El mundo se puso patas para arriba y nadie pudo hacerse el distraído.
Pero si estás leyendo esto, seguramente necesitas alguna respuesta a Qué nos pasó y Por qué? Sin embargo, tal vez preguntarte PARA QUÉ te permita ver las cosas desde otro lugar.
Pensar que la vida se mueve por "casualidad" y qué uno nada puede hacer frente a lo que nos sucede tiene su lado "bueno". En cierta manera, pensar que las cosas pasan por buena o mala suerte, te libera de hacerte responsable de tu propio camino porque después de todo qué podrías hacer para evitar que algo te suceda?. Ciertamente nada! Así que si crees en Dios o alguna otra fuerza superior, con "rezar" alcanza y sobra para esperar que nada malo te suceda.
Sin embargo, tal vez no es tan sencillo cómo quisieras. Qué pasaría si descubrís que el PODER de orientar tu vida y tu existencia es tuyo y no depende de nadie más? Qué pasaría se resulta que sos responsable de todo lo bueno y lo "malo" que te pasa? Y fijate que escribí RESPONSABLE y no CULPABLE. Entender esto es la llave para avanzar por la vida.
Ley de la Causa y Efecto: todo tiene una consecuencia
Seguro en la escuela te enseñaron las leyes físicas, y recordarás las famosas pruebas y bajas notas si no las sabias y entendías. Pero estoy segura que en ningún plan de estudios estaban las leyes que rigen el plano espiritual, emocional y mental que se conocen como Las Leyes del Universo o como los Siete Principios Universales. Estas leyes tienen su origen en la sabiduría hermética del antiguo Egipto y se le atribuye al legendario filósofo egipcio Hermes Trismegisto, quien vivió en el año 2,000 a.C. Su pensamiento se difundió hasta Medio Oriente y el Mediterráneo, por lo que filósofos chinos y griegos fueron influidos por sus conocimientos. Sin embargo, por razones que serán tema de otro artículo, se perdieron a lo largo de la historia y con suerte llegaron a nuestros días como mitos, leyendas o "pavadas" de gente irracional.
La ley de la Causa y Efecto (también conocida como la ley del Karma), Indica que todos nuestros actos, incluidos los pensamientos, tiene una consecuencia. Actuar teniendo en mente los efectos que deseamos es la base para ser dueños de nuestra vida.
Muchas veces hacemos chistes sobre el karma y le atribuimos un significado de castigo. Pero es fundamental entender que no hay castigos, sino aprendizajes. Si queres aprender a andar en bicicleta, seguro vas a caerte una y otra vez hasta que aprendas a mantener el equilibrio. Y nadie pensaría que hay un "castigo" en esas caídas. Repetís una y otra vez la lección de cómo andar en bicicleta hasta que finalmente aprendiste. No hace falta creer en "cosas raras" para estar de acuerdo con esto! Entonces por qué si te digo que en tu vida todo es igual, y que SOS RESPONSABLE de todo lo que te pasa, te suena tan raro? Te lo cuento en el artículo sobre por qué no nos enseñaron las leyes herméticas.
Aprendizajes versus Castigos
Volvamos a nuestra premisa inicia, PARA QUÉ NOS PASO todo el 2020, 2021...y me temo que aún no termino la cosa! Cada uno lo vivió y lo seguirá viviendo según el aprendizaje que deba hacer.
Algunos han perdido el trabajo; otro han perdido a un ser querido; otros ya no están en este plano; otros entraron en una tristeza muy grande; otros se aislaron; otros se sintieron muy solos; otros se conectaron con ellos mismos, otros cambiaron su alimentación, otros se separaron y podría seguir con una lista entera de cosas que nos sucedieron a todos. ¿Por qué si todos vivimos lo mismo (no recuerdo otro momento histórico donde todo el planeta haya vivido exactamente lo mismo al mismo tiempo) algunos lo vivieron como un gran conflicto otros lo vivieron como un tiempo de logros personales?
La respuesta aunque parezca mentira es simple. Los que lo vivieron mal, aún no entiende el sentido de la existencia. Todavía están enganchados a "creo en lo que veo" y no se hacen preguntas, no van más allá de lo que la "lógica" les muestra. Su vida transcurre en lo inmediato, lo cotidiano, lo concreto. Da lo mismo si lo vivieron mal porque se aislaron, perdieron el trabajo, murió alguien querido, se llenaron de miedo o de tristeza. Se resistieron a aprender.
Los otros, que también pueden haber vivido cosas difíciles, lo vivieron distinto porque buscaron un sentido a lo que les pasaba y se hicieron la pregunta clave PARA QUÉ me pasa esto a mí en este momento? Se abrieron a entender que la vida no funciona sólo por leyes físicas, sino y principalmente por leyes espirituales donde todo tiene un sentido de aprendizaje a través de experiencias.
Así el que perdió un trabajo entendió que la vida hizo lo que él no se animaba, dejar un trabajo que no lo hacía feliz, quizás porque no lo apasionaba, quizás porque lo maltrataban o por lo que sea. El que se separó tal vez entendió que seguía por inercia en una relación que ya no lo hacía crecer como persona, el que perdió a un ser querido, tal vez pudo comprender que no podemos apegarnos a las personas porque no las dejamos ser libre y seguir su propio camino, y el que ya no está tal vez comprendió que era tiempo de abandonar esta encarnación para descansar y volver en un tiempo a experimentar y repetir la lección como con la bicicleta.
¿Y cómo encaja todo esto con las flores de Bach y la Astrología de las que tanto hablamos en ALMAS EVOLUCIONANDO?
La Carta Natal nos habla precisamente de aprendizajes pendientes de otras vidas, de obstáculos y de potencialidades que elegimos desarrollar antes de encarnar; nos muestra dónde y cuáles van a ser los principales desafíos y nos enseña que herramientas tenemos para hacer el recorrido. Las flores de Bach nos ayudan a conectar nuestra alma con nuestra personalidad a través de la apertura de canales de información, que muchas veces hemos bloqueado desde nuestros primeros años. Todos buscamos sentirnos seguros, queridos y aceptados y tras esa necesidad vamos despojándonos de nuestro verdadero ser para calzar en lo que nuestros padres, hermanos, parejas, hijos, compañeros de escuela, después de trabajo y finalmente la sociedad espera de nosotros. Las flores de Bach te ayudan a volver a ser quien de verdad sos, y te ayudan a transitar ese camino de una manera mucho más suave y armoniosa respetando siempre las necesidades de tu alma sin forzarte a ir más allá de lo que tu propio nivel evolutivo necesita.
El desafió es nunca dejar de ser fiel a nosotros mismos. Animarse a mirar para adentro y autoconocerse, a veces es doloroso pero nunca inútil. Descubrir quién y cómo somos realmente, qué hacemos porque nos hace feliz y qué para ser aceptados y queridos es el primer paso para ser dueños de nuestro camino y no simple ejecutores de un personaje inventado. Y entonces, sólo entonces, la vida dejará de ponernos aprendizajes dolorosos porque hemos decidido nosotros aprender a cambiar, a soltar, a dejar ir lo que ya no nos ayuda a crecer, a valorarnos, a querernos y a hacernos responsables de cada cosa que no sucede.
Escribir comentario