Todos sentimos que conocemos a nuestros hijos y, de hecho, es así. ¿Quién mejor que nosotros para saber a qué le tiene miedo, si le gusta ir a la escuela, si le gusta hacer deportes o prefiere leer horas y horas? y, así, un sin fin de gustos y preferencias.
Mientras todo marcha sobre ruedas, no parece necesario tratar de entender mucho más ni de hacer una carta natal infantil. Y está bien que así sea, ya habrá tiempo de bucear más allá de lo simple y aparente.
Pero, un día, lo vemos llorando porque sus amiguitos no lo dejan jugar con ellos; otro día la maestra nos dice que habla mucho y no se concentra en clase; o tal vez, ya está por nacer la hermana y nuestra niña mimada pasa de un berrinche a otro. Y es allí donde la carta natal infantil puede contarnos sobre sus capacidades, sus potencialidades y por supuesto sobre los obstáculos que tendrá que atravesar para desplegar su brillo y crecer como un niño sano y feliz.
Conocer, por ejemplo, que vino a trabajar la relación con sus amigos y grupos nos ayudará a guiarlo para que aprenda a compartir con los otros; saber que vino a aprender a trabajar la comunicación en todas sus formas, nos ayudará a enseñarle a escuchar y concentrarse en lo que los demás tienen para decirnos; o, tal vez, que vino a trabajar que no se es importante por llamar la atención, sino porque brindamos a los otros lo mejor de nosotros mismos.
La cantidad de ejemplos sería interminable, pero en lo esencial, la carta natal infantil nos enseña a nosotros como padres el por qué y el para qué de todo lo que vive nuestro hijo. A partir de allí se vuelve mucho más sencillo guiarlo y orientarlo para que siga el camino que su alma eligió al encarnar.
Dado que la información que la carta puede dar es prácticamente infinita, conviene delimitar qué temas se quieren abordar para que la sesión, que dura aproximadamente una hora y media, sea provechosa para resolver cuestiones concretas que los padres atraviesan con sus hijos.
Los temas más habituales de consulta en niños pequeños es la relación de estos con su familia inmediata (mamá, papá y hermanos); el colegio con todas sus dificultades de adaptación y aprendizaje; gustos y preferencias a la hora de encontrar que les gusta y todo aquellos que tiene que ver con su pequeño entorno.
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