Continuando nuestro recorrido por el Ascendente en los signos, hoy vamos a hablar desde Leo hasta Escorpio. Si tu ascendente está entre los primeros cuatro signos del zodíaco, podrás encontrarlo en la primera parte de este artículo. Y, si está entre los últimos cuatro, toca esperar hasta la tercera parte.
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Como punto de partida, es importante que tengas presente que la energía del Ascendente debe ser incorporada ya que, de lo contrario, la vida nos pondrá situaciones y personas con esa energía hasta que podamos reconocerla como propia.
Ascendente Leo
Si tu Ascendente es Leo, el deseo de aplausos, reconocimiento, y de brillar con luz propia, está en tu interior. Y, de hecho, tienes algo especial que el mundo debe conocer.
Sin embargo, y como sucede con todos los ascendentes, es probable que no reconozcas nada de esto en vos. Me animaría a decir que preferís pasar de manera inadvertida si de exponerte a un gran público se trata.
Muy probablemente hayas nacido en una familia donde había una figura que era especial y llamaba la atención de todos. Es muy común esta dinámica para quienes tienen este ascendente. Tal vez vos mismo eras el centro de todas las miradas, o una hermana, padre o cualquier otro miembro de la familia. La constante para Leo en el ascendente es un entorno donde ser reconocido y aplaudido se valora y mucho.
Clave de tu Ascendente:
Conectarte con tu corazón, reconocer tu propia creatividad y mostrarle al mundo aquello que tenes para dar. Irradiar tu luz para que otros se animen a mostrar la propia. No se trata de llamar la atención ni la búsqueda de aplausos, si no de iluminar a los otros a través de tu propia creatividad.
Ascendente Virgo
Si sos Ascendente Virgo, la mente lógica y racional, la planificación y optimización de la realidad y, por supuesto, el orden en todas sus variantes, son tu faro. La conexión con la realidad, lo concreto, y sobre todo, el servicio hacia los demás está en tu esencia.
O, mejor dicho, deberían serlo, porque una vez más, y vos no sos la excepción, es probable que aún no hayas puesto en práctica esta faceta tuya. Es posible que vivas en un mundo de sueños, fantasías y bastante caos, donde lo concreto, el orden y la agenda están muy lejos en tu día a día.
Personas en tu entorno “con los pies sobre la tierra”; el autocuidado físico; y también con temas de salud importantes pueden repetirse una y otra vez. Tu ambiente familiar, o tu experiencia “destino” estará impregnada de limitaciones, disciplina, orden; todo aquello que te ayude a reconocer tu propio Virgo.
Clave de tu Ascendente
Pensar lógicamente y planificar antes de actuar, la disciplina en tus objetivos y metas, el autocuidado, los hábitos sanos en el cuidado del cuerpo, el servicio hacia los otros y la humildad son la clave de la expresión equilibrada en tu ascendente.
Aceptar que podes lograr lo que quieras. No hay límites para tus sueños, siempre y cuando sigas un orden lógico y ordenado para cumplirlos. Tenes una tendencia a la dispersión que podés trabajar enfocándote y realizando de manera consciente una tarea a la vez. Meditar y ordenar la mente son claves para vos.
Ascendente Libra
Llegamos a Libra y su paradoja desde el punto de vista del Ascendente. Habíamos comentado en nuestro artículo sobre el significado de las casas astrológicas, que la Casa I, (y allí se encuentra el Ascendente), representa el área de la vida donde salgo a actuar por lo que yo quiero, sin tener en cuenta los deseos de los demás.
Pero Libra es esencialmente la energía del compartir con un otro, por lo que aquí el aprendizaje consiste en salir al mundo de a dos, llegando a acuerdos mutuos donde se logre la armonía entre ambos. El trabajo en equipo, la pareja y los socios son temas claves para ese ascendente.
Es muy probable que tu primer impulso sea moverte solo por lo que deseas, según tus deseos sin intentar conciliar ni armonizar, por lo que la vida te pondrá desafíos continuos en ese aspecto. También, es bastante usual que Libra rechace la idea de pareja y socios hasta tanto incorpore esta energía.
En la infancia, a modo de aprendizaje, se vivió con personas preocupadas por el bienestar de los demás, en ambientes muy sociables y, por supuesto, también muy relacionados con el arte, la belleza y la estética, ya que esa es la esencia de libra. Aún así, estando en el ascendente es posible que se rechace.
Clave de tu Ascendente
Escuchar el punto de vista del otro y abrirse a distintas alternativas, aprovechando la tremenda capacidad que tenés de entender cómo funciona la otra persona, es clave para vos.
No aislarte y compartir todo tipo de experiencias en equipo, considerando los deseos de ambos es primordial. La armonía y el equilibrio en la pareja y las sociedades es una parte fundamental de tu aprendizaje.
Y, sobre todo, trabajar los propios desequilibrios internos para que la vida no necesite poner situaciones de desarmonía en el ambiente, ya que de ese modo será más difícil el compartir con un otro.
Ascendente Escorpio
El Ascendente Escorpio, como buen signo de agua, está inmerso en un mundo emocional; comprender su intensidad es la clave. Emociones que nos cuesta comprender y transmutar como la pasión, el deseo, el resentimiento, el odio, la manipulación y todas aquellas que se relacionan con nuestra parte más íntima y difícil.
Si este es tu ascendente, seguramente sos muy perceptivo; casi un “radar“ que capta las energías más reservadas de todos a tu alrededor. Bucear en esas profundidades está en tu esencia.
Sin embargo, es probable que esto te abrume tanto que trates de desconectarte de las emociones, intelectualizando todo lo que sentís y percibís con el objetivo de vivir en un estado de armonía continuo.
Paradójicamente, el ambiente familiar estará cargado de situaciones de manipulación, control, drama, conflicto y dolor en las relaciones. El mismo esquema se repetirá una y otra vez en la adultez, hasta que no quede más que conectarse con la propia intensidad emocional.
Clave de tu Ascendente
Perder el miedo a sentir estas intensas emociones ya que, al hacerlo, descubrirás el inmenso poder que existe dentro tuyo y la tremenda fuerza para continuar. Comprender que todos tenemos emociones “buenas” y “malas”, y es necesario integrarlas. Una vez aceptada la propia sombra, es decir, aquella intensidad que no te gusta de ti mismo, dejan de aparecer esas personas tan intensas a tu alrededor. Y, una vez integrada y trascendida, tanta intensidad puede canalizarse hacia un mayor poder y control personal, volviéndose innecesario el drama y control hacia afuera.
Nos quedan los últimos cuatro signos en el ascendente. Para continuar aprendiendo, lee nuestra tercera parte.
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