Cuando se dan los primeros pasos en las esencias florales, la primera inquietud es saber cuáles son los beneficios y contraindicaciones de las flores de Bach. Para quienes transitamos ya un largo camino en la terapia floral sabemos, producto de la experiencia, que sólo podemos hablar de ventajas y jamás de contraindicaciones o interferencias con otro tipo de remedios. Sin embargo, reconocemos que la falta de estudios científicos que avalen su efectividad, merece un análisis por nuestra parte.
Hoy vamos a bucear en ellos y también vamos a analizar si existen desventajas en este sistema holístico descubierto por el médico inglés Edward Bach, que afirmaba que las enfermedades eran la manera que tenía el alma de comunicar un desorden mucho más profundo.
Sostenía al respecto en Cúrese Usted Mismo - Una explicación de la Causa Real y Cura de la Enfermedad, 1931:
“...La enfermedad es pura y exclusivamente correctiva; no es vengativa ni cruel, sino el medio adoptado por nuestras propias Almas para señalarnos nuestras fallas; para evitar que cometamos más errores; para encauzarnos de vuelta por el sendero de la Verdad y la Luz, del que nunca deberíamos habernos apartado…”
¿Son mágicas las esencias florales de Bach?
Antes de comenzar a enumerar las ventajas de las esencias florales tenemos que aclarar que las Flores de Bach no son mágicas. El tiempo que requerirán para hacer efecto dependerá de qué tan abierta esté la persona a querer descubrir el origen de sus emociones. También, de qué tanto tiempo lleva la emoción a equilibrar. No es lo mismo el miedo que puede haber producido un hecho que ocurrió hace dos días, que el que surge como respuesta automática a lo desconocido. El primer caso es algo transitorio, y el segundo es algo cronificado en el tiempo.
Ventajas de las flores de Bach
Ya sea porque se les reconozca su efectividad, o porque se las considere placebo, nadie duda hoy en día de la inocuidad de las esencias florales. Hasta la ciencia que las considera un engaño ha establecido que son seguras para la salud. De cualquier modo, no está de más repasar las ventajas de su utilización.
● Las esencias florales son 100 % naturales. Al utilizarse nada más el agua de manantial donde estuvieron las flores y Brandy para su conservación, son absolutamente inocuas.
● No contienen químicos o sustancias activas que interactúen con otros medicamentos. Por tratarse de energía, no hay posibilidad de interferencia alguna.
● Todas las personas, sin importar la edad, pueden usarlas. Se pueden usar en bebés, niños, adultos de todas las edades e inclusive en mascotas. Nuevamente, como hablamos de energía, no hay posibilidad de causar ningún efecto nocivo para la persona o animal que la consuma.
● No tienen efectos secundarios.
● No provocan adicción ni resistencia.
Además de ser naturales y sin contraindicaciones, tienen la ventaja principal de que sus 38 esencias florales ayudan a trabajar 38 estados emocionales distintos que pueden ser agrupados dentro de siete tópicos:
● Los distintos miedos y fobias.
● La incertidumbre que puede provocar lo desconocido o el futuro.
● El desinterés por el presente.
● El sentimiento de soledad.
● La influencia que los demás pueden ejercer sobre nosotros.
● La desesperación y el abatimiento
● La preocupación excesiva por los demás.
¿Podemos hablar de desventajas si hablamos de esencias florales de Bach?
Para los que las conocemos y las venimos utilizando hace mucho tiempo, realmente no podemos hablar de ningún tipo de desventaja.
Sin embargo, para aquellos que aún no se animan a probarlas ya que necesitan un aval científico, el hecho de que hasta el momento éste no exista supone una gran traba a la hora de confiar en su utilización.
La única desventaja que tienen es que al no tener estudios que avalen su efectividad, suele tildárselas de placebo y de pseudociencia. No queda más entonces que conocer el camino que recorrió el Dr. Edward Bach y analizar en qué contexto él arriba a este método de sanación holística.
Recorrido profesional de Bach (1)
Bach era un hombre de ciencia, dedicado desde sus primeros años a la investigación clínica bacteriológica. Luego de una exitosa carrera como médico en la medicina ortodoxa que comenzó en 1912, logrando una gran reputación como bacteriólogo, en 1919 ingresa a pesar de no ser homeópata al Hospital Homeopático de Londres como jefe de laboratorio de análisis clínicos. Más precisamente como bacteriólogo y patólogo.
Allí descubre las coincidencias entre las investigaciones que venía desarrollando desde sus comienzos y las del creador de la homeopatía, el Dr. Samuel Hahnemann. Puntualmente, ambos médicos coincidían en la relación entre enfermedad y personalidad, por lo que Bach comienza a interesarse por la homeopatía. El principio "tratar al paciente y no a la enfermedad" se hizo definitivo para él. Con el paso del tiempo y del avance de sus investigaciones, su prestigio se vuelve innegable; los homeópatas comienzan a llamarle el "segundo Hahnemann". Dio cuenta de su camino en la homeopatía, escribiendo múltiples artículos dando siempre a conocer cualquier pequeño descubrimiento a sus colegas médicos.
Aproximadamente para 1920 ingresó en la Masonería, lo cual indica que buscaba un conocimiento interior profundo y un camino que lo llevará a las verdades espirituales. Al tiempo que avanzaba en su propio camino espiritual, se hacía más grande su deseo de encontrar remedios más sanos y puros, teniendo como premisa que se debía buscar la cura para el enfermo y no para la enfermedad. Hacia 1930, luego de casi 20 años de ejercicio profesional, abandona la medicina definitivamente convencido de que los médicos olvidaban lo más importante: la personalidad; y se centraban exclusivamente en lo más superfluo: los síntomas.
Su paso por la Masonería, que duró hasta el final de su vida, le permitió el aumento progresivo de sus facultades sensitivas y poderes de curación. Con el paso del tiempo Bach confió cada vez más en su intuición y percepción, y cada vez menos en los métodos ortodoxos de investigación. Bach sabía que debería partir de substancias puras e inofensivas y es así como comienza su estudio sobre flores silvestres.
Su trabajo hasta completar las 38 esencias florales llevó años de investigación y de aplicación de conocimientos como espagiria, alquimia, astrología; y de las tradiciones gnósticas, budistas e hinduistas. En base a estos saberes determinó el método de preparación y la elección de las flores que cumplirían con la función de equilibrar emociones.
Baste este pequeño raconto del camino hecho por el médico inglés para comprender que su sistema floral no es producto de la improvisación ni de “pociones mágicas”, sino de más de 25 años de estudio y dedicación para encontrar remedios que entendieran al ser humano como el Ser integral que realmente es, y no un conjunto de partes como lo considera la medicina ortodoxa.
En un mundo aún hoy dominado por la ecuación “salud = comercio” y, el consiguiente negocio transnacional de medicamentos, es lógico que este tipo de terapia de bajo costo no encaje en los patrones de las sociedades de consumo. Esto explica por qué no se hacen estudios científicos que avalen su efectividad sobre el cuerpo emocional y, por extensión, en el cuerpo físico del ser humano.
(1) Para estudiar en profundidad el camino recorrido por Bach para el desarrollo de su sistema floral, puede consultarse GRECCO, H.E; LLUíS J.B; JIMENEZ, L. (2014). “Edward Bach, Obras Completas, Compiladas y Comentadas., Ediciones Continente 2020.
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